octubre 14, 2009

Dios se acordó de mi!


Y simplemente me ayudó, salí tan rápido del abismo que hasta yo me sorprendo.
Si al principio renuncié a todo, ahora acepto y me alegra estar como estoy.
Me gusta mi soledad, me gusta como estoy, y pucha que gusto...
¡¡¡Genial!!!